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lunes, 16 de mayo de 2011

“Palabra De Sabiduría”

Los Dones del Espíritu Santo
“Palabra De Sabiduría”


1 Corintios 12: 8-10
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

Cuando somos bautizados con el Espíritu Santo, recibimos el beneficio de recibir los dones del Espíritu Santo; estos son dados a la Iglesia para su crecimiento y edificación.

1 Corintios 12:4
“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo”.

Efesios 4:12-13
“A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; ”

El Espíritu Santo morando en nosotros y con nosotros, nos edifica hasta llevarnos a la estatura del varón perfecto.
Hechos 14:23
“Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”.
 Debemos anhelar los dones del Espíritu Santo porque con ellos somos adornados para el encuentro con el Amado.

En 1 Corintios 12: 8-10 indica que los dones del Espíritu son nueve.
En este estudio veremos:   Palabra de sabiduría
Aunque hoy día los que dicen tener dones no le den mucha importancia, para la iglesia joven del primer siglo el don de sabiduría era muy esencial, pues era necesario para guiar a los cristianos en la formación y edificación de congregaciones. Sin duda, este don de valor incalculable fue dado principalmente (aunque tal vez no exclusivamente) a los hermanos que fueron designados obispos o ancianos, es decir, los que gobernaban en las iglesias locales.
Definición:
“Palabra” se traduce del griego “logos” que significa: Expresión del pensamiento (Strong 3056), y “sabiduría” del griego “sophia” que quiere decir: Lo profundo de la inteligencia, conocimiento de diversas materias o cosas humanas y divinas, adquirida por la observación y experiencia (Strong 4678)
Por medio de este don, Dios permite ver el presente o acontecimientos que vendrán para
alguna persona, para prevenirla de daños; tomando la forma de advertencia.

Ejemplos:  Hechos 11:27

En Antioquía, el profeta Agabo, dio la Palabra de Sabiduría acerca de un gran hambre que afectaría la región y los discípulos tomaron las precauciones necesarias para ayudar en esa situación.
                   Hechos 20:28-30

Así también, cuando Pablo se acercaba al tiempo de su partida, les advirtió a los ancianos de Éfeso que vendrían lobos rapaces a dañar a las ovejas y que de ellos mismos se levantarían hombres que hablarían cosas perversas, que tendrían que estar preparados.

                  
 Hechos 27:10,11,25
y más adelante, cuando es conducido a Roma, les advierte a los soldados
acerca del viaje, más ellos no lo escucharon. 
Salomón y el Don De Sabiduría
Salomón quedó en lugar del Rey David. Era él un muchacho joven, y cuando se vio con tamaña responsabilidad, oró al Señor. Entonces el  Señor se le aparece a Salomón en sueño, y le dijo “que quieres que te dé”; él le contestó al Señor en el mismo sueño, “Señor yo soy joven, no soy experto, y tú me has dejado al frente de un pueblo muy grande, te ruego que me des sabiduría, para gobernar a tu pueblo”.
Hermanos, necesitamos sabiduría para dirigir, necesitamos sabiduría para guiar.
Y el Señor se encantó con esa petición, porque el Señor es tremendamente bueno, y le dijo a Salomón “no me has pedido nada para ti, no me has pedido la vida de tus enemigos, solo me has pedido sabiduría para gobernar mi obra, yo te voy a dar una sabiduría que ningún hombre tendrá ni antes, ni después de ti”.

Dios puede dar cosas que ningún hombre da, Dios puede dar cosas que el mundo no puede dar.
Como a Salomón, Dios puede decirnos, como no me pedisteis nada para ti, yo te doy riquezas; yo te doy fama, y te doy mucho más de lo que tú me has pedido. Pero tenemos que creerlo.

Mire hermano, cuando somos desinteresados para Dios e interesados para la obra, desinteresados, porque no venimos solamente a recibir, sino que venimos a servirle y venimos a adorarle, Él pone su vista en nosotros.
Salomón creció de tal manera, que llegó a límites insospechables, más ese crecimiento, y esa bendición, requería algo que Dios demandaba de él, Salomón escribió tres mil Proverbios.
Dios estaba con Salomón, todo el tiempo que Salomón estuvo con Dios; y Dios estará conmigo y contigo, todo el tiempo que yo esté con Él y que usted esté con Él.
Con esto quiero decirles hermanos, que Dios puede hablar con usted, que Dios le puede mostrar, que Dios lo puede usar, pero no obstante, cuando más de Él usted reciba, más comprometido está con Dios; sino, usted se pierde. Hay que comprometerse y cumplir ese compromiso con el Señor.
A los líderes de las nuevas congregaciones establecidas en el primer siglo les hacía mucha falta recibir éste y otros dones milagrosos porque no tenían el Nuevo Testamento escrito. En la actualidad muy pocos de los que escriben y predican sobre los dones tienen presente este factor clave. Por esta razón no entienden cómo obraba el Espíritu en la iglesia del primer siglo ni por qué obraba mediante los dones.
A fin de entenderlo mejor, imaginemos que estuviésemos con la iglesia en Antioquía de Pisidia durante los primeros seis meses de su existencia y que fuésemos entre los primeros conversos. Según el relato de Hechos 13, Pablo y Bernabé predicaron en esa ciudad no más de tres semanas (tres sábados). Fue en la sinagoga de los judíos que anunciaron a Cristo. Su declaración de la divinidad de Cristo causo desavenencias entre ellos y muchos que no creyeron. Enfurecidos, levantaron una violenta oposición, y ante esta situación Pablo y Bernabé se vieron obligados a huir de la ciudad. A pesar del corto período de predicación, de la persecución y huida de ellos, quedó ahí en Antioquía una iglesia establecida.
Ahora preguntamos, ¿con qué esa iglesia recién formada iba a edificarse y a defenderse? ¿Cómo iba a organizarse y a llevar a cabo su obra? Los evangelistas que la habían establecido tuvieron que escapar huyendo a otros pueblos. La iglesia que dejaron no tenía el nuevo pacto escrito. Solamente tenía el Antiguo Testamento el cual no era el pacto de la iglesia. Que sepamos nosotros, no había un libro, ni siquiera una carta, inspirada del nuevo pacto. Muy pocos sermones habían sido predicados y no había recibido clases avanzadas de entrenamiento y organización. Entonces, ¿cómo podía perseverar y mantenerse firme en la fe?
La contestación sencilla y bíblica es que lo hacía por medio de los dones sobrenaturales. Sin lugar a duda Cristo dio dones a esa iglesia joven en Antioquía de Pisidia. Efesios 4:7-11 dice que Cristo dio dones a los hombres y constituyó algunos apóstoles, algunos profetas, algunos evangelistas, y maestros y pastores. Cuando Pablo y Bernabé huyeron de Antioquía la iglesia que habían establecido no quedó abandonada. No quedó necesitada de todo liderato o de toda ayuda divina. No le faltaba la palabra inspirada. A pesar que todos los miembros eran neófitos (principiantes), algunos habían recibido dones sobrenaturales. Y ¿con qué propósito? Con el de capacitarlos para guiar, proteger, edificar y organizar la iglesia.
¿Qué pasó aquel primer domingo después de la salida de Pablo y Bernabé? La Biblia no lo dice. Sin embargo, podemos estar seguros de que los miembros en Antioquía se reunieron para adorar y dar gracias por la salvación recibida. Pero, ¿quiénes dirigieron el culto? Los que habían recibido dones. Pero, los que se pararon para edificar, enseñar y exhortar no tenían a mano el nuevo testamento escrito. ¿Qué dirían? Pues, predicaron el mismo mensaje que se encuentra hoy día en el nuevo testamento. ¿Cómo lo lograron? Usaron sus dones sobrenaturales. Un miembro tenía el don de profecía, otro el de sabiduría, otro el de ciencia, otro el de sanar, otro el de hacer milagros, otro el de hablar lenguas. Cada uno, al usar su don, proveería lo que la iglesia necesitaba para perseverar en la fe, creciendo y edificándose por lo que cada miembro suplía.
Ahora se puede ver claramente que había un enlace natural entre las necesidades imperiosas espirituales de la iglesia primitiva y la obra milagrosa del Espíritu Santo. Las iglesias establecidas no tenían la palabra escrita. Pero su necesidad más urgente era la de tener esa misma palabra de verdad confirmada. Pues, el Espíritu Santo satisfizo esa necesidad tan grande dando dones mediante los cuales los nuevos conversos recibirían todo lo que pertenece a la iglesia y a la vida eterna. ¿Necesitaba la iglesia de líderes? Dios los puso por acto divino en la iglesia (1 Corintios 14:28). ¿Necesitaban los líderes de sabiduría? El Espíritu se la dio en abundancia. Todo esto es la maravillosa obra que Dios hizo para establecer y poner en marcha la joven iglesia del primer siglo.
Volvamos ahora a la lista de dones en 1 Corintios 12. ¿Por qué fue dado el don de sabiduría? Porque los que fueron escogidos para dar liderato a las congregaciones recién establecidas no tenían ninguna experiencia en cómo hacer la obra del Señor. ¡Todos eran principiantes! La iglesia no podía esperar hasta que algunos hermanos obtuviesen, a través de largos años de labores, la sabiduría tan esencial para dirigir, gobernar y apacentar. Pues, Dios se la impartió por medio del don de sabiduría, o sea, por medio de una medida sobrenatural de sabiduría.
Tener sabiduría es una cosa y poseer el don de sabiduría es otra.  “La sabiduría” es terrenal, y “el don de sabiduría” es celestial. La terrenal no ayuda hacer lo que queremos para nuestro propio provecho, este fue el engaño de Satanás con Eva en el Huerto de Edén.

Génesis 3:6
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar sabiduría...”
Esto es lo que produce la sabiduría terrenal, nos lleva hacer lo que queremos, nuestros propios caprichos y mayormente nos aleja de Dios. La sabiduría terrenal nos lleva a los celos, a las contiendas, y se podría decir a todos los frutos de la carne.
Santiago 3: 14 – 16  
“Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.  Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa”.
En el Don de sabiduría, encontramos una sabiduría:
a)        Pura.
b)        Pacifica.
c)        Amable.
d)        Benigna.
e)        Misericordiosa.
f)        De buenos frutos.
g)        Sin incertidumbre ni hipocresía.


¿En qué lugar radica la sabiduría?

En varias ocasiones hemos llegado a pensar que la sabiduría radica en la mente, eso es un error, la sabiduría se encuentra en el corazón, le digo eso porque así lo considera la Biblia.
Como ejemplo, podemos ver la oración de Moisés:
Salmos 90:12  
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” También podemos mencionar lo dicho por Salomón en Proverbios 2:10 “Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere dulce á tu alma”
¿Por qué la sabiduría esta en el corazón?
Porque es el miembro más importante de nuestras vidas.
Proverbios 4: 23
Las Escrituras nos dicen: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”.

Como es el don de sabiduría
El don de sabiduría nos trae dirección e instrucción de lo que debemos hacer en el tiempo presente. El Don de sabiduría crece en el corazón más que en la mente.
Yo creo, hermanos, que Dios, derrama a través de la historia el don de la sabiduría sobre personas en su pueblo. Yo creo que estas personas muchas veces escriben libros importantes acerca de la conducta humana, del crecimiento cristiano, de cómo resolver los problemas del alma y de las relaciones humanas y es un don sobrenatural, que si nosotros lo recibiéramos como un don sobrenatural y lo cultiváramos en esa actitud, Dios lo usaría aún más poderosamente y daría mayor intuición; y ese don se manifestaría con más libertad en medio del pueblo de Dios.
Hoy en día se necesita en la iglesia el don de la sabiduría para mostrarle a la iglesia cómo caminar, cómo resolver sus situaciones. Hay muchos líderes cristianos hoy en día que están cometiendo terribles errores en público porque no hay el don de la sabiduría corriendo con la autoridad que se necesita para aconsejar la iglesia, para confrontar a la iglesia.
¿No creen ustedes que ese sea un don tremendamente útil y que la iglesia necesite de ese don, y que tengamos que pedirle al Señor que desate ese don en nosotros? Yo sospecho que algunos de ustedes aquí en este lugar han recibido el don de sabiduría y no lo saben. Pero su vida refleja esa sabiduría en una forma humilde y poco espectacular, pero está ahí.
Para desarrollar un don hay que ponerlo en práctica, hay que lanzarse en fe, hay que decir, Señor, yo creo que tú me has dado ese don, porque siento el llamado a ejercer ese don y veo que tú me bendices en el ejercicio de ese don, así que yo voy a comenzar a caminar en el don y voy a creer por fe.
Ahora, también para desarrollar los dones, usted tiene que leer acerca de ese don, alimentarlo, usarlo en el nombre del Señor, ejercitarlo cuando le es posible, orar para que Dios vaya desatando más el don, ayunar para que el Señor aumente el poder y la intensidad de ese don. Esa es la manera.

Pablo le dice a Timoteo, recuerdan, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti. En otras palabras, Dios pone el don en una forma embriónica, lo pone en una forma inicial, pero entonces a nosotros nos toca, a través del ejercicio, el estudio, la oración, el ayuno, desarrollar el don, echarle leña para que el fuego sea cada vez mayor.

Como dije, éste Don, Palabra de Sabiduría, también se necesita en la iglesia de hoy.
Al buscar la presencia de Cristo, y ser bautizados con el poder del Espíritu Santo, entonces se abre la puerta para poder recibir los Dones del Espíritu Santo.
Una cosa importante hay que saber: Dios no nos regala los Dones, sino son encargados a diferentes personas, para ser usados según sea la necesidad. Acuérdate siempre de dar la honra y la gloria a Cristo, porque la gloria es sólo para El, ten mucho cuidado de no reclamar NADA, porque Él es el que hace la obra, y la gloria pertenece a Él.
Busca la presencia de Cristo en consagración para ser usado por Él como un vaso útil para esos Dones espirituales que serán de grande bendición para la Iglesia y Pueblo del Señor y aún para ir a llevar las buenas de Salvación al mundo entero.
Que el Señor Jesucristo les bendiga y les muestre el camino para desarrollar los maravillosos dones que Él tiene para cada uno de sus hijos fieles.

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