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miércoles, 30 de marzo de 2011

La Oración, Como Comunión Con Dios

La Oración, Como Comunión Con Dios




“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”  Flp_4:6-7.

Ningún afán hemos de tener y sólo hemos de entregarnos a la oración. Ninguna ansiedad, sino mucha comunión gozosa con Dios. Lleven sus deseos al Señor de su vida, al guardián de su alma. Acudan a Él con dos porciones de oración, y una porción de fragante alabanza. No oren dudosamente, sino agradecidamente. Consideren que ya tienen las peticiones y, por tanto, agradezcan a Dios por Su gracia. Él les está dando gracia; denle gracias. No oculten nada. No permitan que ninguna necesidad se encone en su pecho; “sean conocidas vuestras peticiones”. No acudan al hombre. Vayan únicamente a su Dios, el Padre de Jesús, que los ama en Él. 
Esto les traerá la propia paz de Dios. Ustedes no podrán entender la paz que gozarán.
Los envolverá en su abrazo infinito. El corazón y la mente se verán sumergidos en un mar de reposo por medio de Cristo Jesús. Venga vida o muerte, pobreza, dolor o calumnia, ustedes morarán en Jesús por encima de cualquier viento turbador o nube sombría. ¿No obedecerán este amable mandato?  Sí, Señor, yo en verdad te creo; pero te suplico que ayudes mi incredulidad.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román


domingo, 27 de marzo de 2011

La Soberanía Del Espíritu Santo

La Soberanía Del Espíritu Santo


“El viento sopla de donde quiere”  (Juan_3:8).

El espíritu de Dios es soberano y se mueve como le agrada. Tratamos de hacerlo encajar en algún molde en particular, pero nuestros intentos se frustran invariablemente.
La mayoría de los tipos del Espíritu Santo son fluidos: viento, fuego, aceite y agua. Intentemos sujetarlos en nuestras manos y veremos que siempre tendrán una manera de decirnos: “No me puedes limitar”.

El Espíritu Santo jamás hará algo que esté moralmente mal, pero en otras áreas se reserva el derecho de actuar de manera excepcional y poco convencional. Por ejemplo, aunque es verdad que Dios ha dado al varón el lugar de liderazgo, no podemos decir que el Espíritu Santo no puede levantar a una Débora para guiar al pueblo de Dios si no hay varones espirituales, si él así lo desea.
En días de decadencia, el Espíritu permite conductas que de ordinario se considerarían prohibidas. Así fue que a David y a sus hombres se les concedió comer del pan de la proposición, que estaba reservado exclusivamente para los sacerdotes. Los discípulos fueron justificados al arrancar trigo en un día de reposo. Algunos afirman que en el Libro de los Hechos hay un modelo definido y predecible de evangelización, pero el único modelo que puedo ver es la soberanía del Espíritu Santo.

Los apóstoles no siguieron un libro de texto sino la dirección de Dios, que con frecuencia era diferente a lo que el sentido común les pudo haber dictado.  A modo de ilustración, vemos como el Espíritu hizo que Felipe dejara un exitoso avivamiento en Samaria para ir a testificar a un eunuco solitario de Etiopía que iba de camino a Gaza.

En nuestros días, debemos guardarnos de dictarle al Espíritu Santo lo que puede y no puede hacer. Sabemos que nunca hará nada que sea pecaminoso, pero en otras áreas podemos contar con que obrará de manera extraordinaria. No está limitado a ciertos métodos ni atado a nuestras maneras tradicionales de hacer las cosas. Sabe cómo protestar contra el formalismo, ritualismo y falta de vida, haciendo surgir nuevos movimientos con santidad y poder vivificante. Por lo tanto, debemos abrirnos a esta dinámica soberana del Espíritu Santo y no quedarnos sentados al lado del camino con una actitud de crítica.
McDonald

sábado, 26 de marzo de 2011

Amigo De Los Pobres

Amigo De Los Pobres



“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor.”  Sal_41:3.

Recuerden  que esta es una promesa para el hombre que considera al pobre. ¿Eres tú uno de ellos? Entonces puedes apropiarte del texto, pero nadie más puede hacerlo.
¡Vean cómo en la hora de la enfermedad, el Dios de los pobres bendice al hombre que se preocupa por los pobres! 
Los brazos eternos sustentarán su alma así como las manos amigas y la blanda almohada sustentan el cuerpo del enfermo. ¡Cuán tierna y condescendiente es esta imagen; cuán cerca de nuestras debilidades y de nuestras enfermedades trae a nuestro Dios! ¿Quién oyó decir lo mismo del antiguo Júpiter pagano, o de los dioses de la India o de China? Este es un lenguaje peculiar al Dios de Israel; Él es quien se digna volverse enfermero y asistente de los hombres buenos. Si golpea con una mano, Él sustenta con la otra. ¡Oh, es un bendito desfallecimiento cuando uno cae sobre el propio pecho del Señor y es sustentado allí! La gracia es el mejor de los reconstituyentes; el amor divino es el más seguro estimulante para un paciente que languidece; vuelve al alma fuerte como un gigante, aun cuando los huesos se estén quebrando a través de la piel. No hay ningún médico como el Señor, ningún tónico como Su promesa, ningún vino como Su amor. 
Si el lector ha incumplido su deber para con los pobres, ha de ver lo que está perdiendo y de inmediato debe volverse el amigo y ayudador de los pobres.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román




viernes, 25 de marzo de 2011

Los Hombres Perversos No Ocasionarán Nuestra Caída


Los Hombres Perversos No Ocasionarán Nuestra Caída



“Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.”  2Ts_3:3.

Los hombres a menudo están tan desprovistos de razón como de fe. Todavía hay entre nosotros “hombres perversos y malos”. No sirve de nada argumentar con ellos o procurar tener paz con ellos: tienen un corazón falso y su conversación es engañosa.
Bien, ¿qué haremos? ¿Acaso nos preocuparemos por ellos? No; volvámonos al Señor, pues Él es fiel. Ninguna promesa de Su palabra será incumplida jamás. Él no es irrazonable en Sus exigencias para con nosotros, ni es infiel a nuestros argumentos relacionados con Él. Tenemos un Dios fiel. Esto ha de ser nuestro gozo. 

Él nos confirmará de tal manera que los hombres perversos no ocasionarán nuestra caída, y Él nos guardará de tal manera que ninguno de los males que ahora nos asedian, nos hará realmente ningún daño. Qué bendición es para nosotros que no tengamos que contender con los hombres, y más bien que se nos permita abrigarnos en el Señor Jesús, que se identifica verdaderamente con nosotros. Hay un corazón sincero, una mente fiel, un Amor inmutable; descansemos allí. El Señor cumplirá el propósito de Su gracia para con nosotros, Sus siervos, y no debemos permitir que ni  una sombra de duda caiga sobre nuestros espíritus. Todo lo que los hombres o los demonios puedan hacer, no puede impedir que gocemos de la protección y la provisión divinas. Oremos en este día pidiéndole al Señor que nos afirme y nos guarde.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

jueves, 24 de marzo de 2011

Cuál Es Nuestra Prioridad


Cuál Es Nuestra Prioridad


“En el principio Dios...”   (Gen_1:1).
Si separamos las primeras cuatro palabras de Gen_1:1 del resto del versículo, se forma una especie de lema para todo aspecto de la vida: “Dios primero”. El primer mandamiento nos sugiere también este lema: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Nadie ni nada debe tomar el lugar del Dios vivo y verdadero.
Esto se ilustra con la historia de Elías y la viuda a quien sólo quedaba un poco de harina y aceite suficiente para hacer una última pieza de pan para ella y su hijo (
1Re_17:12). Sorprendentemente Elías dijo: “hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida”. Aunque esto pudiera sonar como egoísmo imperdonable, en realidad no lo era. Elías era un representante de Dios. Lo que estaba diciendo era: “Pon a Dios en primer lugar y las cosas necesarias para la vida nunca te faltarán”.

Siglos más tarde el Señor Jesús enseñaba lo mismo sobre el Monte: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (
Mat_6:33). La prioridad central de la vida es el reino de Dios y Su justicia.
De nuevo, el Salvador afirmó Su declaración en
Luc_14:26, “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”. Cristo debe tener el primer lugar.

Pero ¿cómo ponemos a Dios primero? Tenemos una familia a la que cuidar. Tenemos un empleo en el cual pensar. Tenemos un sinfín de tareas que claman pidiendo nuestro tiempo y recursos. Ponemos a Dios primero amándole con un amor tal que en comparación, todos los demás amores parecen aborrecimiento. Usando todas las cosas materiales como algo que él ha dejado a nuestro cargo, reteniendo sólo las cosas útiles en relación a Su reino. Dando la máxima prioridad a los asuntos de consecuencia eterna, recordando que a veces lo bueno puede convertirse en enemigo de lo mejor.

Los mejores intereses del hombre se encuentran en una buena relación con Dios. Hay buena relación cuando se le da a Dios el primer lugar. Pero poner a Dios primero no significa no tener problemas, de hecho los tendremos, pero encontraremos realización en la vida. Pero el poner a Dios en segundo lugar significa no tener más que problemas, y una existencia miserable.

McDonald